lunes, 5 de septiembre de 2011

Perdiendo posiciones...

Ya os conté cómo está repartida la cama en mi casa... una mitad para el gato y la otra para mi mujer y yo... pero esta invasión táctica se está extendiendo.

Ayer, me sorprendí a mi mismo tratando de ponerme cómodo en el sofá...y no podía con el gato tumbado en medio y mi señora acurrucada tratando de dormirse la peli  mientras me clavaba los talones en la pierna.

Me miré y me vi con las rodillitas juntas y el cuerpo torcido para hacerle sitio a los demás, mientras en el otro extremo del sofá, un gran espacio desocupado me miraba sonriendo.

Alcé mi voz en gritos de protesta, en defensa de mi derecho a existir y ocupar un espacio en el salón...sólo para que, tras la reubicación de posiciones, me tocara ser la almohada humana de mi mujer...

Esta es una de esas ocasiones en las que, después de dormir hora y media de película, mi mujer se despierta y me dice, "Me he quedado dormida sin querer..." y yo pienso "Pues lo de tumbarte y ponerte el cojín de almohada..."

En fin.


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