martes, 22 de marzo de 2011

Sonrisas de Gato

Concretamente, la sonrisa del mio.

Curiosamente, no tengo un perro, sino un gato.

Yo al gato lo quiero más que a nada en el mundo. Lo tenemos desde que tenía un mes, y ahora está a punto de cumplir 2 añazos y es como nuestro niño...

Pero es un cabrón.

Creo que este tema dará para muchas entradas...y el que tenga gato me entenderá.

Basta que llegues del trabajo, cansado y con ganas de tomarte el litro de cerveza que acabas de comprar en el chino, para que en cuanto lo sueltas en la encimera, venga el gato y la tire al suelo.

O que te despistes un momento y se te a comido el jamón del sándwich...(que eso me lo volvió a hacer ayer).

Le bajas del fregadero y no desiste hasta que sube de nuevo o espera pacientemente a que no mires para hacerlo.

Dejas un cargador de móvil fuera de su sitio y cuando te das cuenta se ha comido el cable. (lo peor es cuando no es el tuyo, sino el de tu hermano que ha venido a pasar el fin de semana).

Si viene alguien a casa que no le gustan los gatos, es a quien se le sube al regazo.

El el mejor momento de la peli, se sube a la mesita de Ikea que todos tenemos en frente de la tele y te lo pierdes.

El caso es que ese carácter desenfadado con el que te desobedece, con el que te desafía constantemente y que tanto hace que te saque de quicio, en el fondo, es lo que más me gusta de mi gato.

He visto perros que son muy malos hasta que el dueño les ordena, "¡SIÉNTATE!", y ¡zas!, el perro se sienta. Yo le digo eso a mi gato, y me mira un momento, como pensándolo, y sigue arañando el sofá como si fuera su derecho constitucional hacerlo.

Entonces te mira con su sonrisa, que dista mucho de la del perro, porque es plena satisfacción de hacer lo que le da la gana por ley natural.

Y como cantaría Sabina..."y sin embargo, le quiero"


Por si a alguien no le ha quedado claro:

Enumeración de las leyes gatunas
  • Ley de la inercia gatuna: un gato en reposo seguirá en reposo hasta que sea movido por alguna fuerza exterior, algo así como el ruido de la apertura de una lata de comida para gatos.
  • Ley del movimiento gatuno: un gato siempre se moverá el línea recta a no ser que tenga una muy buena razón para cambiar de dirección, como por ejemplo la apertura de una lata de comida para gatos.
  • Ley del magnetismo gatuno: los abrigos, las americanas y los jerséis atraen el pelo de gato en proporción directa a la oscuridad de la pieza.
  • Ley de la termodinámica gatuna: el calor se transfiere de un cuerpo caliente a uno frío excepto en el caso del gato, en el que cualquier tipo de calor se transfiere al gato.
  • Ley de estiramiento gatuno: un gato siempre se estirara en una longitud directamente proporcional a la duración de la siesta hecha.
  • Ley del dormimiento gatuno: todo gato intentará dormir con humanos siempre que sea posible, y en una posición que sea lo más incomoda posible para estos.
  • Ley de la elongación gatuna: un gato puede alargar su cuerpo lo suficiente para alcanzar cualquier sitio que contenga alguna cosa mínimamente interesante para él.
  • Ley de la aceleración gatuna: un gato acelerará su velocidad constantemente hasta que le parezca bien y se pare.
  • Ley de servicio de mesa: el gato será servido de todas las cosas buenas que hay en la mesa a la hora de cualquier comida.
  • Ley de la configuración de las alfombritas: ninguna alfombrita permanecerá en su estado plano natural demasiado tiempo.
  • Ley de la resistencia gatuna a la obediencia: la resistencia de un gato varia en proporción directa al deseo humano de que haga algo concreto.
  • Primera ley de la conservación de la energía: dado que los gatos saben que la energía ni se crea ni se destruye, usan la menor cantidad de energía posible.
  • Segunda ley de la conservación de la energía: los gatos saben asimismo que la energía sólo puede almacenarse haciendo muchas siestas.
  • Ley de la observación del refrigerador: si un gato observa detenidamente un refrigerador durante tiempo suficiente, conseguirá que alguien venga y le de algo bueno de comer.
  • Ley de atracción de la manta eléctrica: enchufando la manta eléctrica se conseguirá que el gato suba a la cama a la velocidad de la luz.
  • Ley de la búsqueda aleatoria de confort: un gato siempre buscará, y normalmente encontrará, el lugar más confortable de una habitación dada.
  • Ley de la ocupación de la bolsa / caja: toda caja o bolsa dejada en una habitación, será ocupada por un gato en el primer momento posible.
  • Ley del desconcierto gatuno: la irritación de un gato crece en proporción directa al desconcierto que le proporciona la risa humana.
  • Ley de consumo lácteo: aunque este harto, un gato siempre podrá beber su peso en leche sólo para demostrarte que puede hacerlo.
  • Ley de las fundas: el deseo de un gato de arañar cualquier sofá es directamente proporcional a valor de este.

1 comentario:

  1. jijiji... soy fan de Willow con esa cara de "parezco bueno". Insisto en lo que ya le he dicho a Peripecia: si tuvieseis otro la diversión sería doble!! Mientras bajas a un gato de la encimera en la que estaba la cerveza, el otro empieza a jugar con los trozos de cristal y mientras uno se sube al fregadero, el otro coge tu jamón de york y lo planta encima del sofá nuevo.. Todo x2 !!!

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